En la sesión individual, llamada Integración Funcional (IF), a través de movimientos guiados manualmente, se crean situaciones de aprendizaje. El practicante trabaja de manera individual con el alumno, usando sus manos para establecer con el alumno un diálogo a través del movimiento. Se usan las manos para realizar movimientos suaves, no invasivos ni dolorosos sobre el esquelto y la musculatura del alumno. De esta manera el alumno aprende a generar nuevas posibilidades de movimiento, desarrollando su potencial humano.

 

Esta modalidad es no invasiva, brusca ni dolorosa; el contacto es esqueletal y el alumno está completamente vestido.